Paternidad consciente
POR Cristina Cano Valle
17/02/2025

Parternidad Consciente
Es de tod@s conocido ya que la crianza consciente implica un nivel de atención y compromiso que difícilmente puede asumir una persona en soledad. Se habla de la importancia de la tribu para dar sostén a quienesmaternan por esa necesidad de apoyos, tanto psíquicos como concretos en las gestiones del día a día. Una persona o una pareja sola, sin otros referentes, se sentirán sobrepasados los primeros años de crianza. Familiares, amig@s, referentes alternativos para las criaturas hacen de la crianza respetuosa un modelo más real. L@s niñ@s agradecen ese contacto y lo que les aportan otras figuras de apego, y l@s referentes pueden dedicar algo de tiempo al autocuidado para poder disfrutar más de sus años de crianza.
Cuando nos encontramos dentro del núcleo familiar de l@s referentes principales es habitual que exista una persona que materna, la madre en familias heterosexuales y una de las mamás o papás en familias homosexuales. Parece difícil el reparto al 50 por ciento de esa vinculación primaria de los primeros meses de vida de las criaturas. En ocasiones viene determinado biológicamente por ser la madre la que gesta y
permanece en vínculo más profundo los primeros días y semanas, pasando mucho tiempo piel con piel, acoplándose a los ritmos de la criatura. Pero cuando hay una adopción de bebés queda patente también que esa relación de vínculo se puede desarrollar aunque no seas tú quien ha gestado porque el pasar tiempo piel con piel, acoplarte a los ritmos
del/a bebé, darle presencia absoluta y entrega, desarrollar tu intuición para conocer su lenguaje…..eso lo podemos hacer tod@s l@s humn@s que tengamos la intención de hacerlo. Dar el biberón mirando a los ojos, permaneciendo conectado, ofreciendo los latidos de tu corazón al bebé….aprender el tono de voz que le gusta, las canciones que le calman, los gestos que le hacen sonreír ...hacerte responsable de sus cuidados esenciales desde el amor y respeto, acoplarte
a sus ritmos, descifrar su lenguaje no verbal, sostener su llanto, disfrutar con su risa…..para esto todo ser humano está preparado, todas las personas podemos convertirnos en la persona favorita de un bebé, en su figura de apego seguro. La capacidad de hacerlo la tenemos. Aquí cabría el paréntesis de que a algunas personas les va a costar más si no han tenido en su vida cuando eran niñ@s referentes de apego seguro. Si tú los tuviste será fácil para ti convertirte en un@. Si no pudiste disfrutar del regalo de ese vínculo durante tu infancia, a ti te va a costar un poco más.
Es cierto que las hormonas, la vinculación de la madre biológica con el/a bebé, hacen que para ellas sea más rápido, en muchas ocasiones, el despertar de ese vínculo, la predisposición a la entrega al nuevo ser humano. Es simplemente una facilidad de inicio, que no siempre se manifiesta. Entonces, partiendo de todo lo expuesto anteriormente, cabría preguntarse: ¿Por qué resulta todavía hoy en día tan dispar la implicación de los padre, varones, dentro de la pareja heterosexual, en la crianza consciente y respetuosa?. A día de hoy esa implicación camina hacia la corresponsabilidad, pero todavía anda lejos. Muchas parejas atraviesan dificultades después del nacimiento de sus primer@s hij@s. En esta franja se producen muchas separaciones. Uno de los motivos principales de ruptura en este período es la dificultad de entenderse en la crianza; las expectativas rotas en relación a este proceso; la falta de corresponsabilidad; el perderse y la dificultad de volver a encontrarse a un@ mism@ y reconectar con tu pareja tras el primer año de crianza genera grietas que a veces no sabemos reparar. Cuando preguntas a una mujer sobre qué es para ella paternidad consciente, las respuestas son muy similares: participación en los cuidados, conexión emocional con el/a bebé, sostén emocional de la criatura…sobre todo de las emociones difíciles de acompañar, tener la “agenda”de citas, necesidades básicas, gustos y preferencias, menús, previsiones de compra…..en relación a las necesidades para el bienestardel/a bebé, leer, escuchar podcast, acudir a conferencias…todo esto en relación a aumentar la calidad de los cuidados , hacer autocrítica para evolucionar hacia un padre más consciente, para poder acompañar a tu hij@ a ser quien ha venido a ser respetando su esencia y sus necesidades auténticas…..en resumen: lo mismo que se exige a sí misma cuando se ha propuesto respetar a su criatura, cuidarla con amor y ser un referente de vinculo de apego seguro.
Me parece que ninguna de las demandas hacia la paternidad consciente son atributos imposibles de conseguir por un varón. De hecho muchos ya lo están haciendo. Porque non tiene que ver con el sexo biológico ni con el género al que te adscribas. Es un constructo social de la personalidad que hasta ahora se había sostenido en el clásico: es que yo trabajo fuera y por eso no sé hacerlo. Desde que las mujeres trabajan fuera y se evidencia que saben hacerlo; desde que las madres/padres adoptivos saben hacerlo…..ya no existen excusas. Es difícil para madres y padres que trabajan fuera y
dentro, sobre todo si no tenemos referentes de esa crianza y de esa construcción del vínculo.
Para los varones es un poco más difícil debido a que los referentes de paternidad conscientes son relativamente recientes, tienen menos. Están abriendo nuevos caminos hacia la corresponsabilidad. A mí personalmente me gustaría que se dejara de sentir como una lucha. Que se enfocara desde el prisma del gozo, compartir el gozo de la maternidad. Porque aunque sea un trabajo, una entrega, sacrificios….conlleva mucha alegría, crecimiento personal, gozo, experiencias nuevas, amor incondicional…..
Si eres un varón y te sientes muy exigido por la crianza consciente te invito a abrirte a disfrutar de este regalo. Las dificultades son parte del proceso. Nuestr@s hij@s no necesitan padres perfectos. Sólo padres presentes, entregados, abiertos a aprender cosas nuevas, capaces de una comunicación honesta, que dan amor y mirada sin juicio….l@s niñ@s quieren ver que disfrutamos de su presencia, pese a los retos de la paternidad. Sentir que son bienvenid@s y aceptad@s tal y como son. Que tienen un lugar especial en tu corazón, lo que implica que les tienes presentes en tu cabeza y te ocupas de sus necesidades. Este es el camino de la paternidad consciente. Es el mismo que el de a maternidad consciente. Compartimos caminos. Compartamos recursos.
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